La historia de nuestras vidas está escrita para que aquellos que la lean comprenderán que con Dios nada es imposible (Lucas 1:37). Ted y yo pusimos nuestras vidas en Sus manos para que Él las usara cuando teníamos quince años y sesenta años después, podemos escribir con confianza de la fidelidad de Dios. No es lo que hemos hecho, sino lo que Él ha hecho. Todo lo que Dios necesita es una vida que Él quiere usar. Oramos para que este libro los bendiga y los anime a permitir que Dios tenga Su camino en sus vidas. Usted, también, encontrará emocionante y satisfactorio verlo trabajar.